11. En Japón - Chris Broad

 ¡Hola lectores!



Bueno, no es una sorpresa que este sea otro libro sobre Japón, ¿no? Sin embargo, aquí estamos, acompañando a Chris Broad en su experiencia viviendo en el país del sol naciente. En su libro Abroad in Japan (2024) (sí, el mismo nombre que su canal de YouTube), Chris nos invita a sumergirnos en el choque cultural que experimentó al mudarse desde Inglaterra a una zona rural del norte japonés, gracias al "Programa Japonés de Intercambio y Enseñanza", más conocido como el Programa JET.

Este programa, impulsado por el gobierno japonés, busca atraer jóvenes universitarios –preferentemente angloparlantes nativos– para trabajar como asistentes de enseñanza del inglés en escuelas japonesas. Y aunque no se requería saber japonés para participar, la realidad del día a día le pasó factura a Chris. Porque una cosa es mudarse a Tokio, y otra muy distinta es aterrizar en una ciudad rural remota donde nadie habla tu idioma, a nadie le interesa aprenderlo, y las normas sociales parecen salidas de otro planeta.

Acá hago una pausa para acotar algo, yo no conocía su canal de YouTube antes de leer este libro. Me enteré de su existencia gracias a los comentarios en Goodreads, y si bien no puedo opinar sobre su contenido, él mismo menciona en el libro que fue durante su primer año en Japón cuando decidió empezar a hacer videos. Explica que desde chico le fascinaban las cámaras, y que ver todo lo que lo rodeaba en ese nuevo mundo fue el impulso final para convertirse en creador de contenido. Así que, de cierta manera, Japón fue el origen de esta nueva faceta suya.

Volviendo al relato en sí, la primera parte está cargada de momentos donde el protagonista, en su total ignorancia del idioma y las costumbres, se ve completamente descolocado. Desde sus dificultades para hacerse entender hasta familiarizarse con costumbres totalmente inversas a las occidentales. Todo se narra con un humor seco al estilo "mis traumas, mis chistes". Y claro, también hay espacio para la admiración. Más allá de las frustraciones, Broad se maravilla con la eficiencia japonesa, su sentido del deber, y algunos servicios que sencillamente no podrían existir fuera de Japón, como el daikō, donde alguien viene a manejar tu propio auto para llevarte a casa si estás borracho. ¿Alguien se imagina algo así funcionando en Latinoamérica? Yo tampoco. Acá uno escucha una moto y ya entra en modo alerta.

El libro es, en esencia, una bitácora de viaje extendido. Va narrando sus aventuras con detalle casi obsesivo, desde sus primeras impresiones, los choques culturales más absurdos, hasta sus viajes por distintas regiones, explorando la gastronomía, los paisajes y la vida cotidiana del Japón profundo. Todo atravesado por una narrativa muy personal, con muchas reflexiones sobre lo que significa ser extranjero en un país donde la homogeneidad es norma. Además, donde se puede enfrentar la discriminación de primera mano, en un país que recientemente se está adaptando al turismo extranjero y de a poco va visualizándolo como una unidad económica.

Una de las partes que más disfruté fue cuando cuenta su ascenso al Monte Fuji (uno de los trekkings que tengo anotados en mi lista personal) y su preparación para un concurso de oratoria en japonés. Me gustó especialmente cómo describe que, durante sus primeros tres años viviendo allá, no solo aprendió a hablar japonés con fluidez, sino también a resolver problemas y convertirse en un mejor comunicador. Todo eso atravesando momentos de incomprensión total, comunicándose con mímicas, y cargando con la constante vergüenza de quedar en ridículo. Esa exposición diaria frente a 40 alumnos y la experiencia con su canal de YouTube fueron clave para ganar la confianza que hoy tiene al hablar en público.

Sin embargo, también existe el lado B de emigrar, además de los aspectos ya mencionados. Pueden surgir dificultades para encontrar alquiler, puede que las personas que conozcas no vuelvas a verlas, que esos amigos de viaje desaparezcan, incluso mueran (como le ocurrió Chris con su amigo Itou sensei), y que las cosas no siempre salgan como uno espera. Aun así, es fundamental mantener la cabeza fría y tener perseverancia para afrontar esos desafíos. Teniendo la esperanza de que tanto esfuerzo tendrá su recompensa, y que a pesar de todos los malos momentos que pasó Chris, no se arrepiente ni un solo segundo de haber tomado la oportunidad de emigrar al país del sol naciente.

Ahora bien, ¿cómo calificar este libro? Sinceramente lo disfruté, pero también reconozco que eso tiene que ver con mi amor por Japón. Si no te interesa particularmente este país, es muy probable que te resulte excesivamente descriptivo o hasta muuuy lento. No es una novela ni un ensayo académico, sino un testimonio subjetivo, casi íntimo, de una experiencia muy específica. Pero si alguna vez soñaste con vivir en Japón, o simplemente querés ver ese mundo a través de los ojos de un extranjero con nulos conocimientos previos del país, entonces este libro puede ser justo lo que estás buscando. Así que lo recomiendo para dicho público específico, para que no tengan miedo de embarcarse en esta aventura si es que así lo desean. Como ven, no conocer el idioma ni las costumbres no es un impedimento, pero tal vez sí una gran piedra en el zapato al principio.

Gracias por leerme y ¡hasta la próxima lectura!

-----------------------------------

Hi readers!

Well, it’s no surprise that this is another book about Japan, right? And yet, here we are, following Chris Broad on his journey living in the Land of the Rising Sun. In his 2024 book Abroad in Japan (yep, same name as his YouTube channel), Chris invites us to dive into the cultural shock he experienced after moving from England to a rural town in northern Japan, thanks to the “Japan Exchange and Teaching Programme,” better known as the JET Programme.

This government initiative brings in young university graduates – ideally native English speakers – to work as assistant English teachers in Japanese schools. And while knowing Japanese wasn't a requirement, Chris quickly found out that navigating daily life without it was a whole different story. Because moving to Tokyo is one thing, but landing in a remote countryside town where nobody speaks your language, nobody cares to learn it, and social rules feel like they’re from another planet… that’s a whole different beast.

Now, I have to confess something: I didn’t know about his YouTube channel before reading this book. I only found out about it thanks to some Goodreads comments. So, I can’t really speak for his online content. But in the book, Chris mentions that during his first year in Japan, he decided to start making videos. Apparently, he’d loved cameras since he was a kid, and being surrounded by such a strange and fascinating world finally pushed him to become a content creator. In a way, Japan was the origin of this aspect of his life.

Back to the story itself— the first part of the book is packed with moments where Chris, completely clueless about the language and customs, finds himself totally lost. From struggling to communicate to trying to understand traditions that are the total opposite of what we know in the West. He tells it all with dry humor in a “my traumas, my jokes” kind of way. And of course, there’s room for admiration too. Beyond the frustrations, Broad is genuinely impressed by Japan’s efficiency, their sense of responsibility, and some services that honestly couldn’t exist anywhere else—like daikō, a service where someone drives your own car to take you home when you’re drunk. Can you imagine that working in Latin America? Yeah, me neither. Around here, if you hear a motorcycle coming up behind you, your survival instincts kick in.

The book is, essentially, an extended travel log. He narrates his adventures in near-obsessive detail: first impressions, bizarre cultural shocks, and travels across different regions, diving into local food, landscapes, and the daily life of Japan far beyond the tourist path. It’s all told from a deeply personal perspective, full of reflections on what it’s like to be a foreigner in a country where social homogeneity is the norm. He also faces discrimination firsthand, in a country that’s only recently starting to adapt to foreign tourism and seeing it as an economic force.

One of the parts I enjoyed the most was when he talks about climbing Mount Fuji—one of the treks on my personal bucket list—and preparing for a Japanese speech contest. I especially liked how he explains that during his first three years living there, he not only became fluent in the language but also learned how to solve problems and become a better communicator. He had to go through a lot: not understanding anything, relying on gestures to talk, and constantly feeling embarrassed for looking ridiculous. Teaching in front of 40 students every day and working on his YouTube channel helped him gain the confidence he now has to speak in public.

However, there’s also a downside to emigrating, beyond the things already mentioned.
It can be hard to find a place to live, and the people you meet along the way might disappear from your life. Those travel friends may drift away — or even pass away, like what happened to Chris’s friend, Itou sensei. And sometimes, things just don’t go as planned.
Even so, it’s important to keep a cool head and stay persistent in order to face those challenges. Hoping for better things to come, and that effort pays back. Even though he had had rough moments, he doesn't regret taking the chance to emigrate to the Land of the Rising Sun.

So, how would I rate this book? Honestly, I really enjoyed it—but I’ll admit that’s probably because I love Japan. If you’re not particularly interested in the country, you might find it overly descriptive or really slow. This isn’t a novel or an academic essay; it’s a subjective, almost intimate testimony of a very specific experience. But if you’ve ever dreamed of living in Japan, or just want to see it through the eyes of someone who arrived there with zero prior knowledge, then this book might be exactly what you're looking for.

So yeah, I’d recommend it to a very specific audience: those who are curious about Japan and maybe even thinking of making the leap themselves. Don’t be afraid to take the plunge—this book shows that not knowing the language or customs isn’t a deal-breaker... although it might be a huge pain at the beginning.

Thanks for reading, and until the next book!






Comentarios

Entradas populares